Querido Papá Noel

Mi pequeño Ebrahim tiene 3 años y es un niño precioso, con su pelito oscuro y rizado. Por una condición genética pasó largos periodos en el hospital, y durante sus primeros años no pudo recibir toda la estimulación que me hubiese gustado darle. Aun así, hoy lo veo y no puedo más que admirarlo: es un verdadero GUERRERO. Tiene una luz especial, una alegría tan pura y una fuerza tan grande que nos ilumina los días.

Ha empezado el colegio y va feliz. Se levanta motivado, con ganas de ir y participar en todo. Está aprendiendo los colores, le encanta coger lápiz y hacer sus primeros garabatos, y poco a poco va reconociendo algunos libros y cómo hacer para que suenen. Cada avance suyo es un regalo.

Tiene 2 hermanos mayores que lo adoran y lo ayudan en todo. Con ellos comparte momentos de tele, risas y cuentos, y verlo así, acompañado y querido, me llena el corazón.

Su color preferido es el azul, y aunque en casa no tenemos animales, le encantan; y se emociona cada vez que ve uno.

Este es mi Ebrahim: fuerte, dulce, cariñoso y siempre dispuesto a sorprendernos con sus pequeños grandes pasos.

Mi mayor deseo es simplemente verlo crecer y aprender como cualquier otro niño: jugando, descubriendo el mundo a su ritmo.

No necesito nada más, solo seguir acompañándolo mientras florece, día a día, con ese cariño y ternura tan suya que nos enamora tanto.

Anissa